Sólo los políticos se beneficiarán en las elecciones de junio próximo

Jesús M. Moreno Mejía.

Arrancaron ya las campañas políticas de los 67 candidatos a diputados federales en Coahuila, que en su mayoría no conoce la ciudadanía (salvo los del PRI y el PAN), cuyas propuestas se centrarán en la descalificación de sus contrincantes, en señalar los yerros del gobierno; en exaltar los logros obtenidos por su partido, y en mínima parte en propuestas legislativas de supuesto beneficio para la ciudadanía, pero que finalmente habrán de olvidar una vez que lleguen al Congreso de la Unión.

Lo único seguro que el pueblo puede esperar de las campañas de los aspirantes a diputados, es el tener que aguantar los innumerables “spots” que a diario se trasmitirán por la radio y TV hasta el 3 de junio, pues el domingo 7 se realizarán las elecciones en todo México.

En otras entidades se elegirá no sólo legisladores, sino también ayuntamientos y gobernadores, pero en Coahuila, así como en el vecino estado de Durango, el proceso de elecciones solamente incluirá candidatos a diputados. El órgano electoral será el hoy denominado Instituto Nacional Electoral (INE, antes IFE), quien a un año de su inicio como tal no han sabido ganarse la confianza de la ciudadanía en general.

En primer lugar, se insiste en asegurar que el INE es un órgano ciudadano a pesar de que lo integran consejeros propuestos y electos por los partidos políticos, a través de la Cámara de Diputados, y a pesar de ello los representantes de los institutos políticos han manifestado sus dudas en torno al trabajo del equipo colegiado electoral.

En reciente encuesta realizada por el periódico Reforma a poco más de un millar de ciudadanos con credencial para votar vigente, el resultado fue que un cincuenta y cinco (55) por ciento confía poco o nada en el INE, “y es que el organismo electoral ha sido blanco de críticas que han puesto a prueba su funcionamiento, pese a tener nuevas reglas en el modelo de fiscalización, regulación de encuestas y otros mecanismos para acrecentar la credibilidad de la institución y fortalecer la democracia”, comenta el diario.

Pero centrémonos en las elecciones en Coahuila, donde existen siete distritos federales en los que participan nueve partidos políticos: Acción Nacional, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática, Movimiento de Renovación Nacional (Morena), Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza, Humanista, y Encuentro Social, quienes en total registraron 63 candidatos.

De éstos solamente destacan los aspirantes de los dos primeros partidos citados, pues los restantes, como dice el dicho popular, “sólo en su casa los conocen” (sin tratar de restarles los méritos que algunos seguramente tienen).

Entre los nombres de los “suspirantes” a lograr una curul en el Palacio de San Lázaro, podríamos mencionar a los priístas Armando Luna, Jericó Abramo, por el cuarto y séptimo distritos, respectivamente, con asiento en Saltillo. Flor Rentería y José Refugio Sandoval (ex diputado local por el Verde, pero hoy en coalición con el PRI), quienes van por el sexto y quinto distritos, con sede en Torreón.

Por el Partido Acción Nacional, en La Laguna destaca Jorge Zermeño por el quinto distrito (“coco” del Revolucionario Institucional), y Blanca Eppen por el sexto distrito. En Saltillo los “aspirinos azulinos”, son: Ángel Berkowitz y Dora Martínez, por los distritos IV y VII, respectivamente, mientras que en Monclova va por el tercer distrito, Eduardo García. Y allá en Piedras Negras, por el primer distrito, Ricardo Múzquiz.

Insistimos que no es nuestra intención omitir nombres de candidatos de los partidos políticos, pero sería prolijo mencionar a todos, por lo que en seguida señalaremos a quienes destacan de manera sorprendente, comenzando por Jesús Alfonso Tafoya, quien fuera Secretario del Ayuntamiento de Torreón, durante la administración del alcalde panista, Guillermo Anaya, pero que ahora figura como aspirante a diputado por el sexto distrito, lanzado por el Partido Nueva Alianza.

Otro aspirante que surge intempestivamente es Federico Sáenz Negrete, quien pretendiera, juntamente con su compañero de fórmula, Gabriel Aguirre Barousse, ir como candidato independiente, sin embargo, al ser rechazada su postulación autónoma, buscó a los dirigentes del Partido Nueva Alianza, quienes estuvieron de acuerdo que ellos fueran sus representantes a contender en el sexto distrito.

Sin tener que hacer campaña, pues figuran como candidatos plurinominales, dos coahuilenses serán diputados federales, Simón Hiram Vargas, ex diputado local, quien se encuentra colocado en el cuarto lugar del Partido Nueva Alianza, así como Marco Flores Cuevas, ex secretario particular del ex gobernador Hum- berto Moreira, pues figura en una ambiciosa tercera posición por el Partido Encuentro Social.
Finalmente, rebasando la frontera de Coahuila, mencionare- mos a la candidata por la coalición PRI–Verde, Rocío Rebollo, ex alcaldesa de Gómez Palacio, Dgo., apareciendo sorpresivamente en la contienda electoral del vecino estado, pese a la oposición de un sector de su propio partido.

Nuestro comentario final es que, estemos o no de acuerdo con el proceder de los diferentes partidos políticos, nuestro deber cívico es ir a votar el domingo 7 de junio pues al no acudir a las casillas electorales para emitir nuestro sufragio, contribuimos a que la democracia deje de ser participativa, dentro del marco legal que establecen las leyes de la materia.

Dice el dicho popular que “el ciudadano tiene el gobierno que se merece”, y por ello no debemos dejar que otros decidan por nosotros al no ir a votar, conformándonos sólo con criticar al mal gobernante, pero sin derecho de hacerlo por no haber participado en una elección que se supone es democrática solamente cuando ha acudido la gran mayoría a las urnas.

Es difícil que esto último se logre (lo sabemos y lamentamos), pero la gente que sabe razonar se sumará a la convocatoria estatal y nacional, por muy deficiente que sea el órgano electoral vigente y no existan buenos candidatos en el mayor de los casos.

Por otra parte, los analistas políticos afirman que el partido en el gobierno, teme no alcanzar la mayoría absoluta que hoy tiene en la Cámara de Diputados, dados los errores y revelaciones de corrupción cometidos por el sistema político que encabeza Enrique Peña Nieto.

Pero si hay un marcado abs- tencionismo seguirá triunfando el Revolucionario Institucional, pues tiene sus clientes electorales “ganados a pulso”, mediante la compra de votos (o de conciencia, según se quiera ver el caso) asegu- rando así salir adelante.

Total, tenemos el gobierno que merecemos por indolencia, falta de voluntad, o bien por la decidida participación que tengamos en la conformación de nuestros aparatos de gobierno.

¡Hasta la próxima!